Si hay una parte de la apicultura esencial, esa es la colmena. En esta estructura las abejas melíferas viven, producen y almacenan la miel natural y el polen, es todo su mundo. Como ya te contamos en uno de nuestros posts anteriores, se trata de un elemento construido por el hombre, que proporciona mejor protección a estos insectos que en las colmenas que ellos mismos pueden fabricar en la naturaleza, en huecos de piedras o en las raíces de un árbol. Aunque existen diferentes tipos, la más utilizada en todo el mundo es la colmena Langstroth. ¿Quieres saber en qué se diferencia de las demás? ¡Sigue leyendo!

Lawrence Langstroth: el inventor que la creó

La colmena Langstroth recibe su nombre de su “padre”, Lawrence Lorraine Langstroth. Pastor luterano y apicultor, creó y patentó en 1852 la estructura con la que daría forma a la apicultura moderna basada en cuadros de panales móviles. Lawrence era un hombre de muchos talentos, que destacó en varios ámbitos. Nació en 1810 en Filadelfia y se formó en Teología en la prestigiosa Universidad de Yale, en la que ejerció como tutor de matemáticas. Además, tras graduarse en el Divinity College, en 1836 se subió al púlpito de la Iglesia Congregacional del Sur de Andover, Massachusetts, para ejercer de pastor luterano

Cuando llevaba 7 años como pastor, una grave enfermedad le hizo dimitir y volver a su Filadelfia natal, donde acabó siendo el director de una Escuela Superior de Señoritas. Mientras desarrollaba su actividad profesional, mantenía vivo su interés por las abejas. Gracias a su hobby logró desarrollar la colmena de cuadro móvil por la que se le conocería en todo el mundo.

En 1858, Langstroth se mudó a Oxford, Ohio, acompañado de su esposa y sus tres hijos. Fue aquí, en el terreno de más de 40.000 metros cuadrados en el que tenía su casa, donde se dedicó por completo a la apicultura. Pero su contribución no acaba ahí. En 1863 se convirtió en el primer importador de abejas italianas en Estados Unidos, que después vendió por correo a compradores de todo Estados Unidos a 20 dólares el ejemplar.

Por la gran contribución al mundo de las abejas y la dedicación que tuvo a lo largo de su vida, Lawrence Lorraine Langstroth es considerado el padre de la apicultura estadounidense. Y gracias a la invención de su colmena, es reconocido en el resto del mundo, que utiliza la invención que lleva su nombre.

¿Por qué son diferentes las colmenas Langstroth?

Pero, ¿qué tienen de especial las colmenas Langstroth? Antes de desarrollar su invención, Lawrence utilizaba colmenas Huber. Estas habían sido creadas en 1789 en Suiza por Francis Huber y, aunque tenían el cuadro completamente móvil, se abrían como un acordeón. En ellas, los panales se veían como se examina un libro. Langstroth estaba convencido de que sería posible crear una colmena en la que los panales pudieran extraerse por completo sin enfurecer a las abejas y, por tanto, de forma segura para el apicultor.

Así, trabajó codo con codo con Henry Bourquin, un ebanista entusiasta de las abejas, diseñó las primeras colmenas para su uso personal en 1852. Cuando habían fabricado más de 100, comenzó a venderlas a otros apicultores y finalmente logró patentarla, dándole su nombre. Su uso se extendió a todo el mundo debido a las ventajas que otorgaba:

    • Permite sacar y mover los cuadros móviles o panales de forma segura.
    • La colmena está compuesta por alzas (cajones que contienen los panales) que se comunican entre sí y que pueden modificarse para que crezca a medida que lo hace la comunidad de abejas o para dividirla.
    • Las alzas pueden apilarse, dejando la cámara de la reina o de cría en parte inferior y la de las obreras en las cámaras superiores para que sea más sencillo inspeccionar los panales y realizar la cosecha de miel.

 

En Miel LAPUELA todas nuestras colmenas son Langstroth y en ellas las abejas producen la miel natural tan deliciosa que disfrutan en miles de hogares de todos los puntos de nuestro país y en muchos otros de Europa. Así que, lo que empezó un amante de la apicultura hace casi dos siglos en un pequeño pueblo de Ohio llena de color hoy los montes y bosques del suroccidente asturiano, ¿no es increíble lo pequeño que es el mundo?

ENVÍO GRATIS A PARTIR DE 50€

X
Carrito de compra0
Aún no agregaste productos.
Seguir viendo
0