En Miel LAPUELA llevamos generaciones dedicados a la apicultura y queremos compartir todo nuestro conocimiento para acercar este maravilloso universo al gran público. En un post anterior ya te contamos en qué se diferencian las colmenas y los panales, y ahora queremos contarte un poco mejor qué son las colmenas y cuántos tipos existen, ¡sigue leyendo para saber más sobre estas “casas” hechas por el hombre para las abejas!
¿Qué es una colmena?
La colmena es el lugar en el que viven las abejas. Es lo que para nosotros es nuestra casa, o mejor dicho, lo que es la comunidad en la que, no sólo vivimos, sino que también trabajamos y nos relacionamos. Está formada por panales con celdas de forma hexagonal, que son idóneas para aprovechar al máximo el espacio y cada milímetro de la colmena. En estos huecos, creados con la cera que son capaces de producir estos increíbles insectos, se almacenan la miel, el polen y las larvas, por lo que son unas estructuras esenciales para esta comunidad tan organizada.
Las abejas, nos referimos las que fabrican miel ya que existen muchísimas razas diferentes, son capaces de fabricar sus propias colmenas en la naturaleza, aprovechando huecos en piedras o bajo las raíces de un árbol, sin embargo, esto las deja demasiado expuestas a los elementos y a posibles atacantes que quieran hacerse con sus preciados tesoros: la miel y la cera.
¿Alguna vez has visto un enjambre? Este se forma cuando una colmena ya ha alcanzado su límite de “habitantes” y ya no caben más. Cuando llega ese momento, la comunidad se divide y una parte de las abejas abandonan unidas el hogar para encontrar otro nuevo en el que seguir viviendo y creciendo. Las exploradoras de este nuevo grupo, es decir, las abejas obreras, salen a reconocer los alrededores en busca del lugar idóneo al que trasladarse. ¿Y qué mejor sitio que una colmena hecha especialmente para ellas?
¿Cuándo fabricó el hombre las primeras colmenas?
Aunque el ser humano lleva disfrutando de los productos de las abejas melíferas miles de años, es en el 9.000 a.C. cuando aparecen las primeras pinturas rupestres con iconografía apícola, ¡hace más de 11.000 años! Al principio, los enjambres que formaban las abejas eran “cazados” y colocados en primitivas colmenas hechas por el hombre de paja o barro.
Tras siglos de evolución y a través de diferentes culturas como la fenicia o la egipcia, la apicultura se fue desarrollando y mejorando hasta llegar a la forma moderna en la que cuidamos a las abejas y su entorno, y construimos colmenas para ellas a la altura de sus necesidades.
Tipos de colmenas
Existen diferentes tipos de colmenas, en función de cómo es su estructura y su funcionamiento. Podemos hacer una clasificación global que las divide de forma clara y meridiana:
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- Colmenas de cuadros fijos o fijistas: Son las más tradicionales, ya que este es el tipo de colmena que se utilizaba en la antigüedad y que aún hoy se usa en algunos lugares del mundo. Suelen estar fabricadas con materiales que se encuentran en la naturaleza, como barro o troncos de árbol. Un ejemplo claro en Asturias son los truébanos o trobos, que pueden verse en diferentes zonas de nuestros bosques y montes.
- Colmenas de cuadros móviles o movilistas: Son el tipo de colmena que se utiliza en la actualidad, que está formada por diferentes panales que pueden extraerse. Estas colmenas son las que se utilizan más comúnmente, tanto los expertos apicultores como aquellos que desarrollan esta actividad como hobbie o de forma amateur para contribuir al cuidado de este insecto tan importante para la vida del planeta. Dentro de esta clasificación existen distintos tipos de colmenas, como la Layens, la Langstroth o la Dadant, que se diferencian por sus dimensiones y otros elementos propios de cada una de ellas.
Tras esta introducción a las colmenas te animamos a visitar nuestra tienda y disfrutar de los tesoros que en ellas producen las abejas. ¿Por qué no descubres tu variedad favorita? Estamos seguros de que no podrás quedarte sólo con una.