Para nosotros los apicultores hay conceptos y procesos tan esenciales que a veces nos olvidamos de que no todo el mundo sabe cosas como la diferencia entre panal y colmena o qué es el mielato, tan inmersos como estamos en el universo de la apicultura. Por ejemplo, nos hemos dado cuenta de que prácticamente todo el mundo sabe que la miel viene de las abejas, pero no estamos tan seguros de que el gran público sepa cómo es el proceso de elaboración de este dulce alimento. Para asegurarnos de que aclaramos todas las dudas, en nuestro post te vamos a contar cómo se elabora la miel de manera natural, ¡sigue leyendo!
¿Quién se encarga de producir la miel?
Como ya te contamos en un post anterior, no todas las abejas producen miel. De las 20.000 especies que existen en todo el planeta, solo 7 pueden hacerlo. Pero, además, no todas las abejas están a cargo de esa misión. Dentro una colmena existen diferentes jerarquías: está la abeja reina, que pone huevos para que la especie se perpetúe; los zánganos, que son los encargados de fecundar a la reina para que esta pueda reproducirse; y, por último, las abejas obreras, unas trabajadoras incansables que se encargan, entre otras muchas cosas, de producir miel y cera. Son ellas, por lo tanto, quienes salgan al exterior en busca del néctar de las flores o el mielato con el que fabricarán el delicioso alimento que, más tarde, tú podrás disfrutar en tu mesa.
La extracción del néctar
La miel puede producirse del néctar de diferentes flores e, incluso, puede obtenerse de árboles, como en el caso de nuestra miel de roble. Pero, ¿cómo se extrae? Como hemos visto, las abejas obreras, cumpliendo con su cometido, salen de la colmena en busca de flores de las que extraer néctar, y lo hacen en lugares cercanos. Por esa razón, los apicultores suelen situar sus colmenas cerca de arbustos o plantas de la que quieren obtener miel, facilitando el trabajo de búsqueda a los insectos.
Una vez que han elegido la flor, las abejas se posan en ella y utilizan la larga lengua que poseen (estamos seguros de que no conocías este dato) para extraer el néctar. Este es ingerido y almacenado en el abdomen, también conocido como buche melario, que es diferente al estómago “normal” con el que realizan sus funciones digestivas. Dentro de este estómago de miel el néctar se transforma al mezclarse con las enzimas que la abeja tiene en su organismo, descomponiéndose en diferentes azúcares.
Vuelta a la colmena
Cuando las abejas han llenado su estómago de miel, viajan de vuelta a la colmena. Cuando llegan, sacan todo el néctar que han recolectado y se lo entregan a una de las abejas jóvenes que, cumpliendo su cometido como si de una cadena de montaje se tratase, lo recogen y se encargan de descomponerlo para dar lugar a compuestos más sencillos. Estos insectos se pasan aproximadamente 30 minutos masticando el néctar y provocando , mediante diversas digestiones enzimáticas, la transformación de ese néctar primigenio en un líquido rico en fructosa y glucosa, que ya puede considerarse miel.
El almacenamiento en las celdillas
Ahora que todo el mundo ha hecho su parte, es el momento de colocar la miel en las celdillas para que el proceso siga su curso. En este paso, la mezcla conseguida se deposita en las pequeñas casillas que posteriormente serán selladas para garantizar que la miel se conserva en las mejores condiciones. Pero antes de hacerlo, se debe llevar a cabo la reducción de la humedad, que las abejas consiguen a través del movimiento de sus alas y la ventilación con la que cuenta el panal. Así, se reduce el contenido de agua del líquido, adquiriendo la textura tan particular que ya conocemos. Una vez que la humedad se ha reducido hasta el 20% aproximadamente, las abejas tapan las celdillas con cera para que mantenga todas sus propiedades. ¡Y aquí termina su labor!
Con la miel bien guardada y conservada comienza nuestra labor en el proceso de producción. En Miel LAPUELA sabemos que la comunicación apicultor-abeja es fundamental para interpretar las necesidades de nuestras colmenas y saber cuál es el mejor momento para la recolección, clave para una buena miel en el proceso de producción. Solo así podemos ofrecerte los productos 100% naturales que tanto valoras.